¿Cómo influye el entorno en nuestras conductas?

Se han identificado tres formas de interacción entre el individuo y el medio ambiente, se denomina Correlaciones entre genotipo y ambiente, es un proceso por el que las características genotípicas o heredadas del sujeto van a determinar las experiencias y los ambientes a los que se ve expuesto.

1. Correlación pasiva: se da cuando los padres transmiten a sus hijos los genes y el ambiente ambos favorables o desfavorables. Padres culturizados que transmiten a sus hijos no solo la tendencia a aprender sino también el ambiente propicio para su correcto aprendizaje. Al igual que padres con tendencias a las malas conductas, trasmitirán no solo la genética o la predisposición genética sino también el ambiente para desarrollar conductas parecidas.

2. Correlación reactiva: representa las diferentes respuestas que individuos con distinto genotipo provocan en el mundo físico y social. Ejemplo: los bebés que se muestran más activos y sonrientes reciben mayor atención de sus cuidadores. Es la reacción ante la reacción. Los niños mas introvertidos recibirán menos atención, operando genes y ambiente en la misma dirección aumentando la diferencia entre los sujetos.

Aquí podemos encontrar una causa a los problemas de bloqueos en la consecución de objetivos, pues la persona actuando siempre de la misma manera buscará las mismas experiencias que refuerzan su actitud, entrando en una especie de círculo vicioso del cual le es difícil salir. Por eso es tan importante en la terapia del Coaching atender a esta interacción del individuo con su ambiente. Qué tipo de interacción lleva a cabo, la manera de afrontar determinadas situaciones e intentar cambiar la manera de “hacer las cosas”.

3. En la práctica del Coaching nos enfocamos en la correlación activa del individuo con el medio ambiente. Se trata de que las personas contribuyen a la construcción de su propio ambiente, buscando lo que mas se ajuste a sus características genéticas, motivacionales e intelectuales.

Sin embargo, dependerá mucho del desarrollo evolutivo de a persona:

– En la infancia, la correlación por excelencia es la pasiva. El infante recibe más experiencias que las que promueve porque está adquiriendo el conocimiento del medio. Es aquí donde empieza la culturalización. Cualquier idea transmitida por su entorno será asimilada como válida.

– En la adolescencia y a medida que el individuo va teniendo más experiencias fuera de la familia, va adquiriendo más capacidad para actuar sobre sus propias experiencias, buscando su ambiente en función de sus preferencias.

– La correlación reactiva se mantiene constante a lo largo del ciclo vital. Influimos en los demás tanto si actuamos como sino…